La temática que mas me interesa es la evaluación en el sistema educativo. Me llamó mucho la atención dos entrevistas a profesores españoles realizadas (Manolo y Noelia & Encarna) por compañeros de la Universidad Nacional de Educación.
Evaluar.
En
materia de educación, Ecuador necesita sin duda alguna una escuela donde se
evalúe y no se califique, ya que calificar a los estudiantes es sinónimo de
selección de “fracasados” y “exitosos”. Ecuador no quiere una población
separada en sectores de fracaso y de éxito, sino una sociedad equitativa y
responsable. Para lograr aquello la escuela debe evaluar y no calificar. Evaluar
es un proceso de control de aprendizaje que va desde el diseño de un contexto
evaluativo hasta ejecutar nuevas estrategias para continuar con el proceso
enseñanza-aprendizaje de manera en solventar las deficiencias del profesorado y
del estudiantado. A continuación se presenta un esquema del significado
“evaluar” como un proceso educativo:
Evaluar
en las escuelas no consiste en poner un número al conjunto de respuestas que
registrar los estudiantes en un instrumento evaluativo. Evaluar va más allá de
reproducir la cultura, de medir memoria y subjetivamente poner un número a las
respuestas que predictivamente esperamos en los alumnos. Evaluar es hacer una
pausa (observación con lupa) al proceso de enseñanza-aprendizaje. La lupa gira
en torno al acompañamiento del docente a aquel diseño de evaluación orientado a
identificar la interacción, las habilidades, capacidades, aptitudes y actitudes
que responden los estudiantes.
El
profesor a la vez que hace un registro de la conducta (filmaciones,
fotografías, etc.) ya sea grupal o individual de sus aprendientes, está
testificando los logros y/o deficiencia escolar frente a problemas y ejercicios
destinados a identificar lo que el estudiante ha aprendido. Aquellas
deficiencias se ven tratadas en el feedback aplicado por el docente hacia sus
alumnos y en el rediseño de metodologías para que el estudiante alcance los
objetivos de la educación escolar.

Uno
de los cuestionamientos más polémicos es ¿Qué evaluar?. Si educamos con la
finalidad de preparar al individuo para su vida intrapersonal, interpersonal,
afectiva y laboral, debemos evaluar
exactamente lo que enseñamos. En otras palabras evaluamos “el para qué
enseñamos”. Enseñamos para preparar al individuo para una vida real, una vida
fuera de las cuatro paredes de un aula clase. Una vida donde el conocimiento,
las aptitudes, actitudes, habilidades y competencias son requisitos para la supervivencia
humana.